NarraTemas  y/o  MiniRelatos

In Opiniones
junio 23, 2025
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APOSTILLAS…

Federico Sánchez  –FS Fedor–

1. LA BALA ENAMORADA

Juan movió un dedo, aspiró todo su aliento, Quedo se quedó. La bala había atravesado su encendido corazón.

2. MORIR DE AMOR

La estudiante rodó por el suelo. Murió cerca del cuerpo de su amado. Pero tuvo tiempo de abrazarlo. Segundos después de que su novio había recibido un disparo.

3. EL ROEDOR BIBLIOTECARIO

El ratón, en menos de diez días, casi había acabado con la mitad de los libros. Se sentía complacido. Las páginas que faltaban, cuyas letras grandes, hermoseadas, legibles con claridad y rapidez, se veían agotadoras, pero placenteras, deliciosas. Quiso acabarlas de una vez y terminar con esa historia triste y llegar al final feliz, y contar cómo acabó con un libro de historia patria en menos de quince días, comiéndose una página cada una hora. Continuó su labor de zapa, de roedor maldito; pero al llegar a un momento en que se narraba la parte política de la nación, el ratón se atragantó con un líquido viscoso contenido en las letras negras; se asqueó, no por ser la política un arte o un instrumento social, de prurito multitudinario de bienestar social, si se usa en sentido correcto, o un mugriento dulce de maíz desagradable, sino por tanta sangre derramada que en nombre de la libertad, la política, distorsionada, había provocado.

4. EI ESCRITOR INCONFESO                                

La página en blanco dentro de la máquina de escribir permanecía intocable, desde hacía casi una hora. El escritor, ofuscado, desideado, no le salía la frase de inicio para cautivar al lector desde el principio y así mantenerlo en vilo hasta el final, incomunicable con el exterior. Entonces decidió escribir el resto de los hechos y dejar la página en blanco para que sea el lector quien le ponga la frase inicial, declaratoria, de una historia que ha comenzado y no puede describir un hecho específico, y que por remordimiento de conciencia no quiere, no puede escribir, y explicar cómo se inició la conjura, pues de hacerla él como debe de hacerse o lo que debe de ponerse, la historia, seguro que sí, lo condenaría implacablemente como coautor del hecho más sangriento que ha conocido la humanidad.

5. DESCENSO MORTAL

Amín rodó por la escalera, escalón tras escalón, hasta llegar al descanso del último peldaño. Allá abajo, del vano de la puerta, semicerrada, surgió una sombra que se confundió en la claridad de la luz intermitente, que moría lejana, y que llegaba de una guagua-ambulancia que se alejaba silente. La sombra chequeó los signos vitales del recién caído, y comprobó, asegurándose de su misión de mercenario, que la muerte asecha, engaña a cada instante.

6. BALAS PERDIDAS

Cinco sombras surgían de la claridad lunar. Lo convenido ya se estaba plasmando; el plan era colocar propaganda en cada esquina, protestando por la muerte aún inexplicable de un compañero del Club, hecho ocurrido el día anterior en una manifestación callejera, y producto de una bala perdida que salió de un contingente policial, o sea, de la nada. Lo mismo estaba ocurriendo ahora, pero ya no era una, sino cinco balas que salían de igual cantidad de fusiles, incrustándose en las masas óseas de las cinco sombras.

7. DESPUÉS DE LA TEMPESTAD…

Internacional, 1948-.

El Mar Muerto despertó furioso y ahogó a cientos de habitantes que contemplaban su quietud.

El Mar Rojo, en réplica, se tiñó de azul oscuro, ahogando inmisericordemente y después que desde Sión se lanzaran piedras milenarias sobre cientos de palestinos, que se bañaban en su propio río de lágrimas, frente al muro de las lamentaciones.

El Mar Negro, en solidaridad, se revistió de luto.

8. EL MAR “ENTRENADO”

El Mar Caribe, furioso, elevó sus olas con fuerzas, nefandas. Los guerrilleros salieron disparados, saltando de la barcaza como bolas de humos. Llegaron a la playa en menos de lo que canta un gallo. Poco después, a los forzosos desembarcados les cantaron un Ave María y se les rezó un Padre Nuestro.

9. EI MUERTO ARREPENTIDO

El muerto despertó de su largo letargo. Todo un día, familia y amistades, lo habían velado, creyéndolo muerto, debido a un infarto cardíaco, luego de una tremenda borrachera de alcohol barato. Lentamente se incorporó, quedándose sentado sobre la caja. Se quitó la mortaja blanca de encima, y aún con los pies fríos, los ojos semiacabados y el rostro de recién madrugador, se estiró, y levantó un brazo para saludar a decenas de contertulianos, que impávidos, salieron huyendo, como el diablo a la cruz, muertos del miedo. Y asimismo seis de ellos quedos se quedaron, tiesos en el medio de la sala, probablemente debido a un infarto cardíaco, seguramente producido por tal susto de inenarrable experiencia. Pocos después, el susodicho y redivivo borracho asistió a sus sepelios, arrepentido de tan fatal consecuencia que había provocado, antes la mirada inexpresiva, esquiva, desconfiada de los demás asistentes.

10. INDOCUMENTADO

Amaneció. El sol completó su trayectoria del día. Todavía en la noche el cadáver, pudriente, seguía tirado, sin ser identificado.

11. LECTOR INSATISFECHO

Al terminar de leer el libro, aún sentía que la historia estaba inconclusa. Tomó una hoja en blanco y de un plumazo mató al pobre y tierno tirano.

12. LA PROTESTA ENCADENADA

Et protestante voceó: “Muera el tirano”, éste, efectivamente, bajó de su auto blindado, lo miró fijamente, sin inmutarse, y ordenó: “Aniquílenlo”,

13. EL PRESO DESILUSIONADO

El preso despertó agitado. Soñaba que era fusilado.

14. AMOR ACALORADO

En principio la cabaña del hotel era placentera. El aire fresco, frío, acondicionado, obligaba a los dos cuerpos de la pareja a apretarse mutuamente, más y más, en busca de calor; calor que se intensificaba más y más en la medida que más se apretaban intensamente y cada vez más se sentían, se intimaban acaloradamente. Ese mismo calor le impedía sentir otro más intenso que se iba apoderando de la habitación, de ellos, que poco a poco fueron aspirando, ahogándose, según aumentaba el calor del gas de la cocina, cuyo tanque y estufa habían sido abiertos por manos aviesas, por personas desaprensivas, que penetraron a la cocina de la cabaña.

15. LOS CANGREJOS DELATORES

El agua cristalina de la sedosa playa blanquecina borró las huellas de los recién desembarcados, cuyas barcas las escondieron entre matorrales acuíferos, compuestos de algas, amapolas marinas, corales preciosos, helechos diversos y manglares apretados, lodosos, enraizados en la arena. Asimismo, aprisionados en la arena quedaron decenas de variadas especies de cangrejos aplastados por las botas guerrilleras, signos evidentes, delatores de cientos de pisadas hechas por un contingente humano, que dos horas después del amanecer, fueron emboscados mientras vadeaban un estrecho río, a pocos kilómetros de la salada playa mortecina, que aún seguía con sus aguas cristalinas y cientos de cangrejos abatidos.

16. ATARDECER LUCTUOSO

Doró El sol tiernamente. El anaranjado crepúsculo brilló más suave que nunca, en tanto hojas de árboles frondosos caían con la tarde. Leves figuras geométricas no definidas se dibujaban y desdibujaban en el azul cielo con espesas nubes, tan blancas y espumosas como la lana de ovejas. Y sus ojos, yertos, acongojados, se negaban a contemplar tan ingente espectáculo de la naturaleza. Era natural que no lo vieran, habían perdido la visibilidad de la vida, después que la patrulla lo mandó a detener.

17. MADRE TRISTE

El allanamiento terminó de madrugada. La madre lloró.

18. AMANECER Y LA ESPERA

La lluvia, intensa, precisa, copiosa, arropó la madrugada. Los rayos solares, allende el horizonte, se negaban a salir. No era el sol que no avanzaba, no era la redondez de la tierra que no giraba, permitiendo que llegara la claridad del día. Eran las inmensas nubes, las interminables y desfiguradas nubes de humos negros que cubrían el cielo. Un cielo manso que cubría los destruidos ajuares del glorioso pueblo de Vietnam, que aún permanecía asolado con la lluvia de napalm, intensa, precisa, copiosa, arropando la madrugada.

19. CUANDO AMANECE MÁS TEMPRANO

Temprano levantó el vuelo el poeta. Temprano se levantó en la madrugada. Temprano le cantó al silencio. Temprano manchó al huerto. Temprano rodó por el suelo. Temprano lo fusiló el tirano.

20. OJO POR OJO…

El ex-Teniente Colombo, sentado en su sillón de ex-comandante, disimulaba su pierna renca, producto de una balacera vengativa, por los tantos atropellos que había cometido cuando era oficial de la policía. Pero cuando caminaba la vergüenza se le iba a la cara, que, mulata, ya apenas sabía sonreír. Sufría; sufría no tanto por su cojera, sino más bien por su condición de oficial cancelado, y que por una maldita pierna renca ya no podía dar órdenes a sus ex-subalternos, para que les dispararan a los revoltosos en las piernas, “para que no puedan correr, esos malditos.¨

21. LA SUERTE ASECHA AL DOBLAR DE LA ESQUINA

Joaquín atravesó patios, brincó paredes, subió por tejados insostenibles, saltó de una azotea a otra, y la policía, ni aún con sus disparos a la loca, pudieron alcanzarlo. Satisfecho, desahogado, al otro lado del barrio, salió a la calle para dirigirse a su casa; al doblar la primera esquina, un motorista inesperado, demente tendría que ser, cruzó la bocacalle y chocó con un carro, cuyo conductor, que tratando de esquivar al chofer motorizado, se desvió y perdió el equilibrio y control de la máquina, que fue a parar a la acera, en el instante en que Joaquín doblaba la esquina, quedando atrapado bajo una goma delantera del desbocado vehículo.

22. EI APRENDIZ DE BRUJA

El jilguero apagó su trino. Cayó al suelo. El muchacho, tirapiedras en mano, levantó su presa. Una sonrisa se dibujó en su comisura bilabial. Veinte años después recibía su presea como el francotirador más valioso de la guardia nacional.

23. FLOR ETERNA

El joven cortó la flor, se la puso en su pelo. Fue suficiente para recibir amor eterno.

24. EI ANTIPACIFISTA

El tiro fue certero. Desplomose la paloma.

25. EI CAZADOR CAZADO

La escopeta se le encasquilló. El tirano se lo tragó.

26. CONTRADICCIÓN DIALÉCTICA

Bajo presión, el tiro le salió por la culata. Tuerto quedó.

27. LA LUNA CÓMPLICE

Tres halos albos, imperceptibles, como sombras claras en la eternidad oscura, corrieron entre los matorrales. La luna, alta, redondel luminoso, insistía en iluminarles sus semblantes. Los acompañaba en la oscuridad mortecina. El vigía, desde lo alto de la atalaya, en la cima del edificio más elevado del penal, ayudado por otro vigía en la sima del abismo de la enorme construcción, los divisó sin mucho apuro. La primera sombra cayó, perdiendo su estela luminosa proveniente del rayo lunar. La segunda, agazapada bajo un árbol enano sintió que poco a poco se cerraban sus ojos; la luz inicial se apagó en menos de un segundo. La tercera, mientras corría, se le fueron enflaqueciendo las piernas; sentía que no avanzaban hasta que cayó, ya yerto, ya inerme, ya yacido, sobre un matorral rodeado de yerba mala. Entonces, sólo entonces, la luna lumbrera, cómplice de un destino injusto, se metió en las nubes para no salir más. Exhausta. Vergonzosa. El francotirador, sonriente, miró hacia el cielo, buscando a su confidente luminoso, y sin mohíno aparente, hundió los hombros y se le oyó decir: “Bueno, de todos modos, gracias”.

28. EL PERRO GUARDIÁN

Ladró el perro. El fugitivo pudo saltar la pared. Un hilillo de líquido magenta brotaba de su Talón de Aquiles.

29. MAYO NO ES EL MES DE LAS FLORES

La Flor de Mayo creció equivocadamente sobre el terreno fértil de la tumba del héroe. Su catafalco, que estaba ubicado a pocos pasos del arroyuelo Nizaíto, entre las agrestes e inescarpadas montañas de Ocoa y los paisajes montaraces del llano sutil, a veces se removía, como queriendo sacudir tan impertinente ramillete desencantado que crecía sobre su terruño. Pareciera que los huesitos históricos de su dueño se revolcaran dentro del féretro, improvisado de yaguas de palmas y palitos verdes del verde prado. La Flor de Mayo, que sobre la tierra silvestre siempre ha sido hermosura y donaire, una golondrina colorida arrasando la tierra, aparentemente sobre esta tierra mortuoria pierde lozanía en cada atardecer, en cada tintineo del rocío salpicante al amanecer, cuando la aurora se expande con su grito anaranjado. Esta flor y la tumba parece que no comulgan con sus respectivas misiones. Para esta tumba mayo no es el mes de las flores. Eso explica sus ramificaciones descoloridas, su palidez, su color engañoso, falta de altivez en su postura troncal, en sus pétalos alicaídos, que fuera de esta tumba es luciente, luminosa, álgida sonrisa de una niña en brazos de madre abnegada, y sobre este tumultuoso promontorio, dicha flor de mayo presenta deformidad, inconsecuente con su signo vital, sino de una distorsión de la naturaleza, ¿o de la historia? Quizás eso explica que de ser una flor que a ojo vista agrada, con sus rayitos que expele, y que refulge a la luz solar, ahora sólo parezca una torpeza a la vista sorprendida de seres humanos que la ven crecer sobre la tumba de su héroe y que todos los años le rinden homenajes en honor a su labor titánica de haber luchado por la libertad de su pueblo querido y que lo ha proclamado El Comandante de Abril.

30. LOS MAQUIAVELISTAS DE NUEVO CUÑO

El joven político, con ese aspaviento y agresividad verbal que lo caracteriza, lanzó denuestos, improperios y todos tipos de maquinaciones inconsecuentes contra los detentadores del poder, de nuevo cuño, ganado en buena lid en las últimas elecciones. El joven político, hijo de una época política que se caracterizó, siendo gobierno, por emplear métodos sinuosos, a veces persuasivos, con cargos públicos llenos de impunidad administrativa, otras veces con represión militar claramente oculta, disimulada en la parafernalia del poder, cuyos fines eran sonsacar, o hacerlos dimitir, a dirigentes políticos de otras organizaciones de regia oposición, que en momentos determinados podrían hacer un hoyo electoral, mientras les hacen oposición. Su líder único se caracterizó por el método maquiavelista de “divide y vencerá”; trató a sus oponentes con prendas y glorias, y luego destruyéndoles la moral, sus ideologías, su falsa lucha al lado del pueblo, con un cargo público donde seguro se harían ricos y hasta millonarios, a través de comisiones, tráficos de influencia o dolo encubiertamente cometido, sin que se les saque cuenta después como autores corrompidos del erario público. Fue una lección, la de ese gobernante sin crápulas ni prejuicios, para las futuras generaciones que ahora usan el mismo método, pero en nombre de la libertad, la democracia y el progreso, para sonsacar a ese liderazgo que hoy está en la oposición, y que los necesita para retener su poder. Sorpresa tiene la vida. Ayer fueron cocodrilos voraces, hoy camaleones incoloros atraídos por las fuerzas todopoderosas del solio estatal. Al parecer el joven acusador, levantisco, “incorruptible”, ahora los acusa de utilizar métodos de sonsacamiento de su dirigencia. No recuerda, pobre memoria la de este joven dirigente engreído, ¿o será método maquiavélico para cubrir, encubrir, su estrategia de denuncia de falsa hipocresía?, que los de ahora son sólo alumnos de quien fuera su padre político, pero con otro método, moderno, suspicaz, velado e inteligente, a un tiempo.

31. HOMBRE PRECAVIDO VALE POR DOS

Pensó que se podía olvidar del mundo acostándose a dormir cuesta arriba sobre su lomo, al borde del filo de una pared. La caída fue precipitada, estruendosa, indolente, insoportable. Levantar los pies, antes cualquier peñasco, fue su próxima precaución.

De 

LA CONJURA DE LOS GALLOS LOCOS, 2007.

El autor es Periodista, Catedrático, Escritor.

Se declara Humanista Universal.

E-Mail:anthoniofederico9@gmail.com.          

FaceBook: Federico Sánchez.

WS: 809- 353-7870.

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